El cannabidiol o CBD es un cannabinoide con amplio potencial terapéutico. No es psicotrópico ni genera adicción.
Es seguro para el consumo en personas de cualquier edad. Funge como auxiliar en el tratamiento de diversos padecimientos o como un suplemento para tener una mejor calidad de vida.
Entendemos por cannabinoide a la sustancia que cumple con alguna de las siguientes características, dividida en tres categorías:
Los Fitocannabinoides son compuestos terpenofenólicos. Al día de hoy sabemos que no solo el cannabis tiene la capacidad de producir cannabinoides. Estos compuestos pueden o no presentar interacción con receptores celulares humanos. Con esta información sabemos que el CBD es un fitocannabinoide, después tenemos a los endocannabinoides, sustancias que los mamíferos producimos de manera natural o endógena.
Los endocannabinoides activan a los receptores a cannabinoides del cuerpo para modular procesos fisiológicos básicos para el buen funcionamiento del cuerpo. El sueño, el apetito, el dolor, la inflamación y las señales nerviosas, son estos receptores los que algunos fitocannabinoides tienen capacidad de activar.
Por último, tenemos a los cannabinoides sintéticos. Algunos son réplicas de los fitocannabinoides y se utilizan como medicamento y algunos otros para uso en investigación. No los consuma en productos psicoactivos adulterados ya que presentan efectos negativos irreversibles en el sistema nervioso, no son aptos para el consumo humano.
Adentrándonos al mundo del cannabidiol (CBD)
Pero ¿Qué es el cannabidiol o CBD? El CBD es uno de los cientos de moléculas que contiene el cannabis, muchos productos contienen este cannabinoide de manera aislada.
Gracias a la evidencias sabemos que el Cannabidiol tiene un gran potencial como analgésico, antioxidante, anticonvulsivo, antidepresivo, antipsicótico, ansiolítico, antiinflamatorio y neuroprotector.
Entonces, ¿Qué es el cannabidiol o CBD? Es importante mencionar que no es un medicamento y no es una cura mágica para las enfermedades. Es un coadyuvante para disminuir los signos y síntomas de algunas enfermedades y elevar la calidad de vida de las personas.
Entre los signos y síntomas más frecuentemente tratados con cannabidiol se encuentran: convulsiones, espasticidad, neuropatía, náuseas, inflamación, dolor y psicosis.
Estos síntomas pueden ser provocados por enfermedades como: esclerosis, trastornos del espectro autista, esquizofrenia, epilepsia, diabetes y demás enfermedades crónico degenerativas. Por si esto fuera poco puede ayudar a paliar los efectos secundarios de otros tratamientos como la quimioterapia.
Tal vez creas que el CBD es algo nuevo. No es así, la molécula se aisló en la universidad de Illinois en los años 1940.
Fue hasta la década de los 60’s cuando se inició la investigación respecto a su acción farmacológica, primero se describió su estructura química. Se descubrió que existían los receptores a cannabinoides y después de estos hallazgos se investigaron sus efectos en la salud.
Tanto se ha avanzado en este tema que, en 2017, posterior a la Reunión del Comité de Expertos en Farmacodependencia en el marco de la trigésima novena convención de Ginebra, la de la Organización Mundial de la Salud (OMS) determinó que:
“El cannabidiol (CBD), molécula no psicoactiva de la planta Cannabis sativa L. No es una sustancia peligrosa, por el contrario, cuenta con un alto potencial terapéutico”.
¿Cómo interactúa el cannabidiol (CBD)?
A la fecha sabemos que el CBD actúa por varias rutas modulando cadenas de reacciones bloqueando o activando receptores de manera directa o indirecta. Aumenta la vida media de los endocannabinoides con la inhibición de la enzima FAAH, regulando la polaridad de las neuronas y estimulando la producción de 2-AG. Un endocannabinoide encargado de regular la ingesta, la percepción sensorial a nivel periférico, la micro circulación y la hematopoyesis (formación de glóbulos rojos).
El CBD es metabolizado en el hígado por las enzimas CYP3A4, CYP2C19 y sus isoformas, pertenecientes al complejo Citocromo P450. Aproximadamente el 60% de las drogas de prescripción son metabolizadas por CYP3A4.
Le recomendamos que si está bajo un tratamiento médico tome el CBD con asesoría profesional para obtener mejores resultados y evitar interacciones negativas con los medicamentos. Como, por ejemplo, si su medicamento induce las enzimas que lo degradan puede que no obtenga los beneficios deseados.
El cáñamo y la marihuana, se llaman quimiotipos porque lo que los diferencia es su composición química. El cáñamo es muy bajo en tetrahidrocannabinol (THC), molécula psicotrópica del cannabis, el límite permitido para considerarlo cáñamo puede variar de un país a otro. En general ronda entre el 0.3% y el 1%.
A las plantas que superan estos niveles de THC se les considera marihuana. El cáñamo es una planta muy versátil que no solo se utiliza para extraer CBD. Desde tiempos ancestrales se utiliza por sus fibras para producir telas, cuerda, papel y para consumir sus semillas como alimento.
El CBD en antidoping
En 2018 la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) eliminó al CBD de sus sustancias prohibidas permitiendo a los deportistas utilizar el CBD como un suplemento.
Así que el CBD no es buscado en los antidoping. Estas pruebas detectan los metabolitos del THC, sin embargo, esto no quiere decir que el CBD no pueda ser encontrado en la sangre. Se puede detectar si se busca de manera específica mediante estudios clínicos enfocados a ampliar el conocimiento que tenemos del cannabidiol. Así que, si quiere empezar a tomar CBD puede hacerlo con confianza tomando en cuenta la información que ha recibido en este artículo. Si tiene alguna duda nos puede contactar por medio del correo electrónico o el whatsapp para resolverlas de manera personal.